Fondo

19 de abril de 2013

Historia de una Reacción Química de Oxidación Violenta de una Materia Combustible

Pasar a tu lado y sentir que desprendes las llamas de una fábrica de cohetes mojada en gasolina. 

Aunque esa es mi versión de la situación. Tú seguramente, moderna y gafapasta, después de hablarme de tendencias y nuevos grupos indies "que no te puedes perder", recurrirás a la página de "El señor del Pan Bimbo"  y empezarás a explicarme  los centros neuronales, el sistema límbico, que si las hormonas... pero yo no soy así. 

Yo digo cosas como "mojada en gasolina", cachonda como una perra, vaya. Fácil. Simple. Sucio. Pero poético a la vez.  Como un dildo envuelto en celofán con un gran lazo rosa.

Cuando digo que pasé a tu lado fue literal. Tú estabas desarrollando tus dotes de fotógrafa junto a la playa, con esas gafas de carey que tan bien te quedan, enfurruñada con los botones y rueditas de la Canon.

- ¿Difícil sacar fotos de noche?


Me miraste cabreadísima por haber roto tu planeta, pero resignada contestaste:


- No consigo dar con la ISO, el diafragma y la velocidad de obturación perfecta...



El espacio creado entre dos cuerpos puede provocar un proceso exotérmico.

No recuerdo cómo dijiste que te llamabas y supongo que tú tampoco recuerdas mi nombre. De esas veces que pones toda tu atención en una cosa pero tu cerebro pasa de la orden y se fija en lo que le da la gana. Labios apretados, las venas de tus manos asiendo el aparato fuertemente.

Calor.

Rechacé tus pestañas y miré hacia la playa, donde unos hippies bailaban ritmos terrenales, rebotando sobre las piedras con sus sandalias de piel y sus vestidos de colores apagados por la lavadora. Malabares de índica y sativa. 


                                                                           Humo.

- ¿Me das un cigarro? 

- Si me dejas la cámara... ¿Puedo intentarlo?
- Siempre que no la pongas en Automático.

Sonreíste como un tragafuegos que acaba su actuación envuelto en humo y sudor inflamable  Agradecí tu "rompe hielo" mientras alargabas la cámara hacia mí. Trasteé con los botones, coloqué los dedos "garrapiñados" y disparé.


Disparar jugar con fuego conlleva una serie de peligros.

- ¡Pero bueno! 
- ¿Qué tal ha quedado?



Y quedó como se suponía que ella quería que quedara. Y yo quedé como se suponía que quería quedar.
Como un pirómano con necesidad de quemar algo. Cuanto más arda y más grande sea el fuego, mejor para mí.


Tú me dirás que los fuegos suelen ser provocados por imbéciles. Yo te hablaré de la belleza del momento, de ver todo arder, de sudar de calor y agitar mis manos en una danza trastornada que avive más aún el momento.

El fuego es violento. 

Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede quemar algo que no está destinado a quemarse, me dirás.
Y yo sólo pensaré en desnudarte y acercarte un mechero para darle luz a esas fotos que siempre has querido hacer. 





Más tarde sonará un "clic" y esta historia se auto-destruirá en 1....2....3.....


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